by: Juan P. Noboa |
Vivir con una razón para vivir es uno de los motivos por los cuales nos despertamos a diario y salimos de nuestros hogares. Hacemos cualquier labor que nos mantenga ese sentimiento despierto. Vivir con la mirada puesta en nuestros sueños, en nuestras esperanzas, en nuestros deseos y en todo aquello que anhelamos es la razón o son las razones por las cuales nos ponemos de pie cada día y salimos a enfrentar las adversidades que nos pueda presentar la vida. No existe un humano que esté libre de esto, no importa la condición en la que se encuentre.
Proverbios 3:5-9 (NVI)
5 Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. 6 Reconócelo en todos tus *caminos, y él allanará tus sendas. 7 No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. 8 Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser. 9 Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas.
La palabra dice “reconócelo en todos tus caminos y el allanara tus sendas” no importa lo que tienes que hacer hoy, ni lo difícil o imposible que veas lo que tienes que enfrentar. Reconoce a Dios en tu vida y él te llevara de la mano por cualquiera que sea el camino que tienes que recorrer. Algo tienes que tener claro, él no lo va recorrer ese camino por ti, pero si lo va a recorrer contigo. De Jesucristo viene la fortaleza y de Jesus nace la esperanza, en Jesus somos fortalecidos y a través de Jesus logramos obtener la victoria en nuestras batallas y si lo reconoces en tu corazón como rey en tu vida. Cristo te dará el reconocimiento en público como solo un rey lo puede hacer; primero ante El y luego ante el mundo.
Que Dios bendiga tu vida, las de los tuyos y todos los proyectos que tienes en tu corazón y en ejecución.
Bienvenido a la familia de Cristo.