Mas que el sentido que le pone el tiempo a mi vida. Vale más el sentido que Dios le da a mis acciones. Los encuentros conmigo mismo, me hacen sonreír y a veces me hacen llorar. Y no me avergüenzo en decirlo. Pero los encuentro que tengo con Dios me fortalecen aunque no lo hago con la frecuencia de debiera.
En los momentos que encuentro este sentimiento, trato de descifrar cual es la razón, cuales son los motivos que tengo para expresar lo que siento. Pero siempre manteniendo la humildad y el temor a Dios presente para no cometer un error de muerte. Ante su presencia hablo, planteo, analizo y sobre todo escucho.
Escucho su voz hablándole a mi alma. A mis sentidos y a este corazón que a veces lo siento cansado. Lo escucho hablarle a mis temores para que no me atormenten. Soy un simple siervo, un humilde servidor de su reino con las responsabilidades que yo quiera. Y aun así, no las cumplo como debería. Lo simple de sus palabras y la sabiduría que en ellas encuentro son más que un sostén, son firme columnas donde construyo mi morada. Y en su palabra me dice 365 veces no temas. Porque temer es lo contrario de la fe. Y aquel que en El confía no debe sentir miedo.
El sentido de los días, la luz que nos brinda el sol. Las esperas, las llegadas, el espacio en blanco y lo que llena este espacio, todo cuanto pensamos, deseamos y hacemos. Todo absolutamente todo, nace de su vientre. Mis palabras se quedan cortas, mi sentido no llega aun a este nivel de comprensión, si lo pudiera hacer de seguro no tendría ningún sufrimiento. Es que la majestad de su presencia y el poder de su gloria es tan vasto, que no existe en esta tierra nadie que entienda el alcance de su poder y de su gloria.
La creación misma nos muestra una pequeña parte de lo que puede nuestro padre hacer. Pero aun así, cuestionamos sus decisiones. La verdad es que simplemente El nos hizo a su imagen y semejanza. Pero nos dejo un parte del diseño, que solo con su presencia se puede llenar. No hay sustitutos, ni nada que pueda llenar este espacio.
Dios padre ante ti pongo mis frustraciones y mis debilidades, ante ti dejo todo cuanto tengo y cuanto he soñado. Todo aquello que viene de ti mismo señor, todo lo que guardo y todo lo que oculto dentro de mi. Mis sentimientos y mis sentidos, mi espacio y tu luz, y todo lo que no he visto que tienes guardado para mí. Señor que se haga tu voluntad siempre. Que mi vida lleve el rumbo que esperas y el camino que construiste para mí. Que mis pensamientos nazcan de tu voz y que mis acciones salgan de tus ojos, que mi caminar lo guíes con tus manos, y que mi dolor lo cures con tu amor. Que tu aliento sea mi respirar. Que tu manto siempre me cubra, que siempre me brindes tu misericordia.
Dame las herramientas necesarias para construir lo que tu voluntad decida. Padre mío a tu nombre Gloria.
Si lo intentamos
Ya no se trata del espacio,
Ni del mío, ni el de los dos,
Ya no se trata de la mirada,
Ni del universo que nace en sus ojos,
Ya no se trata de sus labios,
Ni de cómo se deslizan por los míos,
No se trata del sentimiento,
Ni de la estancia donde gravitan,
Ya no es la espera, ni el despertar,
Ya no son las madrugas, ni el roció,
No son mis faltas y ni si es cierto,
Cuando le digo que es el amor mío.
Ya no son las palabras al oído,
Ni el te quiero en el teléfono,
Ya no es el mismo tiempo,
Que también es mi tiempo.
Ya no es a mi solo…
Que se me va el aliento,
Ya no se trata del espacio
Tampoco se trata de un encuentro,
Se trata de besar sus ideas,
De acariciar su pensamiento…
y dejar caer el sentido de la distancia,
Sobre los bordes de su corazón,
Se trata de hacer la tarde mas larga,
De que bese el crepúsculo un poco mas,
Se trata de acrecentar la madrugada
Y dejarla justo al borde del amanecer.
Se trata de ser lo que no somos,
Se trata de esperar lo que ya llego,
Se trata de dejar caer las cortinas del tiempo,
Sobre el manto blanco de un celeste amanecer…
se trata de tu sentido…se trata de ti mujer.
Yo no Quiero ser Nostalgia
Yo no te pido tu silencio,
Pero si pido tu comprensión,
Yo no te pido tu espacio,
Pero si tu compañía,
Yo solo pido un tiempo,
Que no sea tu tiempo completo,
Yo solo quiero tu deseo,
Si llega con tu voluntad,
Yo no quiero más allá,
De lo que me puedas dar,
Tampoco quiero tu madrugada,
Si a tu lado no puedo soñar,
Solo pido un poco de tu tiempo,
Solo pido un espacio en tus ojos,
Para que me cubras con tu mirada,
Y poder soñarte despierto,
Oda a la Tristeza
Le canto quizás a la espera,
A ese estirpe azul que nace,
De un día rojo que al final es amarillo,
Con lentejuelas colgando en el infinito.
Cuando es de noche…
Le llevo mí llamado al viento,
Colibrí de tantas flores,
Amante y errante de mil tardes,
Que solo descansa después del ocaso,
En la orilla de mi quimera,
Levanto mis lágrimas del tiempo,
Y lleno el cántaro de la esperanza,
Con la lluvia de mis ojos,
Para poder regar mis sueños,
Después de regresar cansado desde tus pensamientos,
Más no soy el dolor de la tarde,
Ni la angustia del desdichado,
No soy menos que la esperanza,
Donde guardo lo hallado.
Justo al lado del olvido.
Le canto quizás a la espera,
A su imagen sin color,
A su peso y a su presencia,
Quizás al dolor de esta ausencia.
Que carcome mi pensar.
Quizás debería imitar las hojas,
Que deciden suicidarse
Cuando se pintan de amarillo…
Aun cuando no es otoño.
Aun cuando les queda vida…
Quizás debería dejar la tranquilidad,
Que cabalgue en mis sentidos,
Para que le brinde, la fe y el amor,
A esta soledad que sin ti yo vivo.
El tiempo me sonrió
Si le hablo al tiempo de ti, sonríe.
Me mira y me dice que el ya sabe,
Que los segundos que gasto en esto,
Fueron muchos que son más que años,
Se sonríe si le hablo de tus besos,
Si le cuento de tu espacio, que también es mío,
El solo sonríe, y me mira con nostalgia y alegría,
Con pasado y con presente…
Me divide en dos con cada segundo,
Y me dice que no me preocupe,
Que el se encarga de mis recuerdos.
Que solo algunos los lleva al olvido.
Para darme un alivio.
El tiempo me sonríe,
Con un vago suspirar como el que llega
Y por falta de tiempo se va…
El me mira y sonríe…
El ya sabe de los dos,
De tus planes y los míos,
De todo aquello que hablamos ayer,
Me monstro lo que debía suceder…
El ya lo sabe,
Siempre nos lleva,
Un segundo por delante,
Y me dijo que no le gusta esperar.
Que su vida es un eterno andar,
Que después de mi tiempo…
El seguirá girando sin descansar.
Le hable de ti…y me sonrió.
Todo será hijo, todo será si lo quiere Dios.
Un simple adios
Se abrió el silencio,
Y sus palabras callaron,
Mi voz se hizo su voz,
Y mi estancia se hizo su espacio,
Las burbujas de las nubes,
Destilaron mis lágrimas,
El cielo deslindo sus límites,
En sus pupilas, en sus pestañas
Mis pómulos cambiaron,
El curso del rio que venia de mis ojos,
Haciendo que desemboque en mi boca,
Para que sintiera la sal de sus aguas,
Se abrió el silencio,
Y en abrir y cerrar de ojos,
Todo cambio…lo fue, ya no es
Y quedo todo sin quizás, sin tal vez.
Un simple adiós…una simple despedida.
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