Poemas

Le di tanto,


Le di tanto,
Y solo miro lo que no tenía,
Aquello que le hacía falta,
Lo que deseaba tener…
Le di tanto y no fue suficiente,
Le di mi alma, mi piel, mi poesía…

Le di mi espacio azul,
Esa esquina que es solo mía,
La hice parte de mis sueños,
De mis fantasías…Tantas cosas le di, y no las veía

Acabe con mi jardín, buscando sus rosas,
Le di tanto, y creo que di demasiadas cosas,
Hoy estoy desnudo y no sé dónde estás,
Que puedo hacer si todo quedo atrás…

Pero aun después de todo la extraño.
Como nunca antes había extrañado,
Hoy duermo con la soledad a mi lado,
Con un despertar que siempre está mal humorado,

Le di tanto y creo que no fue suficiente…
Le di tanto que perdí mi identidad entre la gente,
Hoy busco su rostro en cada rostro,
Y solo veo pedazos de un corazón roto.

Poemas

En algun lugar de tu cuerpo

Deje una voz,
Un espacio,
Un abrazo,
Y mi silencio,

Deje mi estancia,
Deje mi tiempo,
De mil pistas,
Y las borro el tiempo,

Deje mis sueños,
Cuidando sus madrugas,
Deje mi calor,
Para que me sintiera en su cama

Deje mi espacio,
Y todo cuanto tenía guardado,
Deje mí despertar,
Y el sol que sale al otro lado,

Deje mis días,
Con sus puestas de sol,
Deje mi crepúsculo,
Deje mi pasión,

Deje tantas cosas,
Y no sé dónde encontrarlas,
Solo sé que ella sabe,
Donde puedo ir buscarlas…

Poemas

Soñando contigo


Sonrisa tibia, espacio inhóspito para la tristeza, besos dulces, amargura sutil, que derrama pasión sobre mis pensamientos, amarre de viento que me envuelve en su perfume, deslinde de piel, que cruza las fronteras de mi control, apariencia de luna innotisante, que carcome mis sentidos, y me hace volar al infinito, duendes despiertos, que susurran mi nombre, con el sonido de tu voz, aparato en movimiento, que me lleva escalando las montañas de tu pecho, haciéndome probar el aceite de nueces, destilas en de tu piel. Tanto amarte, tanto amarte y al final te descubres mujer…con tu susurros ahuyentas mis miedos, y con suspiros prolongados me invitas a perderme en tu mirada menguante, cuanto amarte, cuanto amarte…y al final te me entregas mujer…tanto amarte, tanto amarte y final dejas tu perfume en mi piel.

De amor

Ufano amor

No sé en qué espacio,
Deje guardado el amor,
Porque la madrugada se hace fría
Y no siento el calor de su piel.

Me siento nada sin su querer,
Solo tengo un recuerdo
De aquel beso que me dio ayer.
Donde te fuiste mujer,

Hoy que me cama llora tu ausencia,
Me hace falta tu presencia,
Sin ti no puede vivir.
Ya no sé dónde ir, ya no sé qué vendrá,

Solo espera que oscurezca,
Para sonarte ya que en sueños…te puedo tocar.
Donde deje este amor guardado,
Lo veo en su caminar ufano, como quien pierde el cuidado.

Poemas

Conoces mis pensamientos

No sabría qué decir,
Si me preguntan dónde estoy.
Si me preguntas en qué pienso,
Si me preguntas lo que siento.
No sabría qué decir,
Si decides caminar a mi lado,
Si me socorres cuando estoy desesperado,
Si llegas justo a tiempo
Cuando necesito alguien a mi lado.
No sabría qué decir,
si te conviertes en mi angustia,
en mi amanecer, en paz, en mi desespero…
No sabría qué decir porque siempre lo dices primero.
.

Poemas

Mujer de mis mañanas

Tu sentido se ha convertido en mi religión, tus pasos dibujan el camino que debo seguir. Ojala me lleven hasta tu boca, donde siempre encuentro las delicias que ocultas en tus labios. Los segundos a tu lado, son un espacio de tiempo que pierden la medida. El reloj esconde sus manecillas y deja de contar regresivamente, Las horas pasan y tu presencia se hace perpetua en mis mañanas, cuanto me gustaría que alumbraras en roció, como lo hace la lluvia cuando acaricia mi ventana, deseando confundirse con el sudor que brota de tu piel.

Regálame tu espacio, regálame tu ser, bríndame el néctar de tus labios, ese Cádiz que embriaga mis sentidos, dejando todo oculto, y sin testigos. No ha llegado la madrugada y el espacio de mis venas, se ensancha y mi corazón se agita, mi pecho crece cual torrente de rio que desencadena en un mar de pasiones que yace sobre tu piel. No se ha roto el silencio, tu voz silene me camina la piel con la mirada perdida como espiga de trigo al viento. No se cómo llegaste hasta mí, pero no quiero verte partir.

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