Devocionales

Juzgame por mis intenciones, no por mis hechos.

1 Cor. 6:1-8

El doble estándar del ser humano.  Por un lado sueltas tu lengua y estrechas tu brazo al frente y apuntas a tu prójimo, cómo quien a visto al diablo y lo está reprendiendo.  La doble moral, el doble estándar y el juicio en base a lo que me conviene.  Así cualquiera es Cristiano.   

Pablo trata este tema de una manera muy peculiar.  Inicia el diciendo: “Si alguno tiene demanda…cómo se atreven”. Es como si estuviera diciendo: “Y será que tienen las agallas…a pesar de”. Y en el versículo 2 explica porque hace esa pregunta. Y lo hace en forma de pregunta, para ver quin es no entiende ese asunto.  

La pobre comunicación y los malos entendidos te pueden llevar a juzgar a tu hermano(a) en Cristo de forma inadecuada.  Existen varios peligros en actuar de esta forma.  Uno de ellos es tu testimonio se empaña y el corazón de tu hermano(a) queda lástima y esto a su vez abre brecha para que entre el devorador.  Nosotros somos especialistas en juzgar a los demás en base a sus acciones, pero deseamos en todo momento que a nosotros nos juzguen en base a nuestras intenciones.  

Te pregunto ¿Cómo esperas tú ser tratado? ¿Que definen en ti las palabras amabilidad, misericordia, perdón, amor por el prójimo, sacrificio, perdón?  No se trata solo de orar y decir aleluya, vendrán momentos en que será necesario dar la milla extra, aunque no sea tu cruz la que estés cargando en ese momento. 

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