Registrado Por: Juan Noboa

Sucumbido en el silencio,
Dos recuerdos invaden mi espacio,
Uno con tu nombre
Y otro con tus besos.

El viento sube y baja,
Entra y sale por mi ventana,
Arrastrando todo a su paso,
Hasta mis lágrimas,

Aun sigues presente,
Aun siento tu presencia en la cocina,
El la sala de mi alma,
Conversando con mis sentidos,

Tú te has convertido,
En el dolor y llanto,
En llamado de espanto,
Que llega cuando estoy distraído.

Ya no se que hacer,
Con tus recuerdos,
No quieren saber del olvido,
Ya no se como encontrar alivio.

Quisiera tener alguna respuesta,
No seguir con es peso a cuesta,
Se me encoje el alma…
Al saber que este dolor es mi una calma

Quise crear el silencio, para que no se escuchara mi llanto, pero la luz del día y la brisa descubrieron mis lágrimas. Y las palmas de sus manos me sirvieron de pañuelo, la tristeza invadía mi espacio, y con un cinturón de recuerdos me ataron señales de humo que nunca segaron mi mirada. Pero no podía ver mas aya de lo que soñaba; las fantasías venían rompiendo la madrugada para llegar hasta mí. Pero yo no estaba…ni estaban mis pensamientos, ni mis sueños. Solo estaba la tristeza y un pensamiento de un día de otoño en pura primavera.

Al despertar, me tome mis esperanzas con una taza de café y mire en dirección al cielo y sin decir nada, mire mi alrededor buscando algo a que mi haga levantar el espíritu. Y solo vi un recuerdo…la foto de mi padre…mi viejo.

A veces me gustaría ser como el viento que nace de la nada y que se esconde dentro de nuestros casas, ambientando todo lo que a su paso queda. Ser como gotas de limón que dejan marcados los espacios donde caen. Me gustaría ser como un umbral de esperanza que descanse en cada uno de nuestros corazones.

Si hoy me invade la tristeza y quizás pueda levantar el espíritu con una canción que tanto me gusta. “somewhere over the rainbow” y que pueda ver los pájaros azules volando, y que pueda ver mis sueños tejiendo mil realidades.

Quisiera construir un espacio que no tenga dolor, que no tenga sufrimientos, que no sienta la ausencia de la risa de un niño. Que no pierda la lozanía del roció, que no sea lejos de mis sueños y que en las mañanas pueda mirar el cielo y el me pueda hablar y que me diga que las cosas van a ser mejores. Donde pueda sentir un alivio. Un espacio mió, un espacio donde converse con las esperanzas y pueda enviarlas a donde mas las necesiten donde los días no sean tan largos. Un lugar azul…

Un lugar donde mis viajes sean a sus brazos, un lugar donde las espigas del tiempo sean para cosechar sueños. Donde el espacio que tiene la espera sea verde y las golondrinas se anuncien trayendo la lluvia que hará crecer los sueños y convertirlos en realidad. Quisiera crear el espacio que soñé en la infancia. Aquel de ríos de agua cristalina, de árboles verdes. Una estancia donde no se digan mentiras y un espacio que crezcan las espigas de nuestros frutos. Donde el silencio sea para decir gracias y no para ocultar la verdad. Donde las lagrimas sen de alegrías, donde el pobre tenga que comer y donde yo pueda dar tanto de mi como lo soñé cuando era niño. Donde podamos crear un mejor mundo…donde podamos elevar el espíritu y ser libres….algo así como el cielo.

Aquí estoy rompiendo los esquemas,
Delineando un poema que exprese lo que siento,
Que lleve su nombre colgado de un verso
Que lleve grabado su voz y su silencio,

Aquí estoy imaginando un día sin tristeza,
Sin angustias, ni dolor,
Sin llantos, ni pesares,
Sin ocaso, sin clamor.

Aquí estoy como espiga
Que se erige en el viento,
Y baila a compás de brisa
Coqueteando a la naturaleza

Con un mensaje de que esta parida

Aquí estoy como un cisne
Que cual elegante plumaje,
Se viste de blanco…
Para esperar un amanecer bebiendo en el lago

Aquí estoy como las gaviotas,
Que dividen el horizonte,
Adornando el infinito…con su vuelo
Que transciende nuestros tiempos

Aquí estoy como soy
Un sonador que no tiene limites
Como la espera de la alegría
Lleno de inspiración y deseoso de dar lo mejor.

Aquí estoy,
Aquí me tienen
Por que soy
Lo que ustedes crean yo que soy…

Su Vida es mi Ejemplo
Por: Juan Noboa

En el mismo sentido que las palabras y las mociones del mundo van en decadencia. Así mismo la esperanza de aquellos que si creen en cambio, creen un nuevo ambiente para qué crezca todo aquello que de algún modo suena ridículo, o fuera de tiempo. Debemos recordar que la necesidad que existe hoy día de que no exista una verdad absoluta esta llevando a esta sociedad a que se apaguen las luces de la Paz, del Amor, y la Fe. Solo hay que poner todo nuestro esfuerzo en Dios.
He visto muchos desaparecer de la faz de la tierra, en esto incluyo a mi padre. Pero me gustaría compartir algo con ustedes sol EL. Su nombre fue José de los Santos Noboa González. Noboa por su madre y González por su padre. El era un hombre trabajar y siempre temeroso de Dios. Con un Corazón bondadoso y un alma alegra y siempre dispuesto ayudar. Muchos me preguntan que de donde saque esta información por que cuando el murió yo solo tenia 6 años de edad. Y aunque resulte curioso lo que mas me llama la atención es lo siguiente.
Mi padre murió 6 de Enero, 1977. En la víspera del día de reyes. Muchas personas vieron esto como un castigo de Dios. El hecho de que mi padre muriera la misma mañana del día de reyes. Para ser honesto al principio pensé muchas cosas. Aunque mi corta edad no me permitía mucho análisis, solo me preguntaba ¿porque mi padre? ¿Porque el día de reyes?
Bueno, las respuestas me las fue dando el tiempo, años mas tarde regresamos de visita al pueblo donde vivíamos, en el sur de la Rep. Dom. En la Provincia de Azua de Compostela. El Pueblito se llama las Barias, y para mi sorpresa caminaba con unos de mis primos y una señora le pregunto que si yo era hijo de Noboita, (así le llamaban a mi padre). Al contestar mi primo que si, la señora empezó a llorar y yo no sabia por que. Luego me dijo que mi padre era un hombre y que de hubiese sido por el ella tuviera la casa que tenia. Que muchas veces mi padre le dio para que alimentara a sus hijos. Y me dijo que “Que Dios te bendiga”.
Según pasaron los anos, siempre visitaba el pueblo cada verano por que aun teníamos familiares viviendo el pueblo. Y las historias que me contaban de mi padre y de las cosas que hacia por la gente de su pueblo, eran muchas. Pero lo que mas me sorprendía era que El siempre nos dedico tiempo a mi y a mis hermanos. Nunca nos falto nada.
Entonces entendí el porque de muchas cosas, y lo que mas me sorprende aun es que todavía a casi 30 años de su muerte hay personas que aun lo recuerdan con mucho aprecio. Su vida fue un ejemplo que a perdurado y a moldeado mi carácter. Siempre quise ser como El y imitarlo en todo lo que hizo, y mejorar muchas de las cosas que el hizo. Hoy me encuentro en los caminos de la vida con su recuerdo y su vida sirviendo de ejemplo, con la mejoría de que ahora tengo dos ejemplos para seguir. La de mi padre José de los Santos Noboa y la Mi padre Celestial. Jesús Cristo. A su nombre gloria.