Poemas

Aprendí con tu silencio…a callar
Descubrí con tu ausencia…la soledad,
Aprendí de tus recuerdos…como olvidarte.
Pero con tus besos aprendí…como amarte,

Se te olvido mi sonrisa en un recuerdo,
Los sueños los dejaste tirados en la habitación,
Hoy solo me queda conversar con tu taza,
Escuchando en la radio nuestra canción.

He dejado colgando algunos deseos,
En pieles ambulantes que irrumpen sin aviso.
Busco el sabor de tus besos en sus labios,
Pero todas mis caricias terminan en el piso,

El tiempo pasa…y tú no estás,
Se muere la esperanza…sé que no volverás,
Pero el tiempo seguirá pasando…
Más lo que pasamos juntos será siempre eterno.

No puedo decir que no te extraño,
Como tampoco puedo decir que aun te amo,
No puedo decir que no te quiero…
Porque aun vives en mis pensamientos.

Aprendí con el tiempo,
A olvidar cuando quiero…
Y a recordar cuando no he debido.
Todo esto lo aprendí contigo…

Cada paso se convierte en desespero,
Arrogantes paralelos de esta inercia que llaman vida,
Desbordes de un camino que cae al precipicio,
Amantes de momentos que sacian mis ansias,

No busco identidad, no busca la ilusión,
No busco música, ni quiero ser canción,
Solo en este estanque me encuentro,
Con el desespero de compañero y los deseos como motivación,

Hacia donde partieron aquellos momentos,
Los que en algún momento me hicieron creer,
He dejado todo mi espacio y lo que soñé ayer,
He perdido tantas cosas que no se que más se puede perder,

He mirado en mil espejos mis ansias desangrar,
He besado la tierra y todo me sabe a mar…
He buscado en algunos lugares,
Mi tiempo, mi espacio, un lugar donde descansar.

Muchas veces miro al cielo…pregunto y pregunto.
Pero en realidad no quiero escuchar lo que va a contestar,
Sé que mí tiempo se lo he dedicado al llanto,
Pero hace tiempo que no sé lo que es llorar.

Murallas de viento paran mi caminar,
Me postran ante mis ojos para vea mi vida pasar,
No sé quien les dijo como y donde encontrar
Tantos recuerdos de aquel inhóspito lugar.

Amor de mil estrellas, fue aquel que me hiciste soñar,
Hoy camino en desvarío y mis pasos no saben dónde van,
Todo se vuelto desespero ya no tengo a quien llorar,
Mis ansias se las llevo el viento y no tengo en quien confiar.

Hacia ti dirigía mis pasos, hacia ti iba mi caminar,
Hacia ti dirigía mi vida, hacia ti mis besos frente al mar,
Hacia ti camine descalzo entre piedras de cal
Fue por ti que soñé despierto y por ti camino sin andar.

Cada paso se convierte en desespero,
Arrogantes paralelos que no saben dónde van…

El tiempo dejo de ser tiempo,
Su oscuro espacio ahora me arropa,
Los segundos pasan y resuelven una eternidad,
Ya no se cual es mi espacio, cual es mi verdad.

El tiempo se olvido de que existo.

He llegado a ese lugar sin saber quién soy,
Las amarguras han hecho estancia en mi rostro,
Mi mirada se pierde en la distancia,
Hace tiempo que la alegría no visita mis ansias

Ya no me quedan sonrisas,
Mi expresión no sabe lo que esa brisca,
La soledad se ha convertido en compañera,
Ya no tengo prisa, y sé que nadie me espera

El tiempo se olvido de que yo existo.

El frio de la noche me acongoja el alma,
Le pregunto a Dios, cuando me sedera la calma,
Porque cada despertar se convierte en lo mismo,
¿Por qué se hace tan profundo este abismo?

¿Acaso será cierto?
Que ya el tiempo se olvido de que yo existo.
Los días no los veo pasar…solo la angustia
Que al salir el sol vendrá otro despertar.

He buscado en tantos espacios mi espacio,
Incognito lugar de noches perdidas
Espacio inhóspito, despendio irregular de sonrisas,
Amarga quimera y triste dolor de madrugada sin sueños,

Espera de momentos que no han de llegar,
Amargura que ocupa este lugar,
Que cabalga con el dolor de años tristes,
Todo esto desde que no estás, desde que partiste.

He buscado mis besos donde solíamos frecuentar…
En la cocina, en la cama, en la sala, en el desván.
Qué triste es saber que ya no estás.
Pero peor es saber que no regresaras.

He buscado excusas para seguir tu recuerdo,
He buscado motivos para sentir tus besos,
He dejado caer la lluvia de mis ojos,
Para poder saborear el tú rose en mi mejilla,

Ahora me encuentro desnudo sin amor,
Buscando razones para poder pensar en el ayer,
Vivido espacio que me trajo tanto dolor…
Estruendo de tiempo me sordo mis oídos

Al saber que te marchabas…y que no regresabas.

Anuncios de dolor…espacios perdidos…dormidos
Inhóspito lugar…amargos besos…tristes madrugadas,
Amores ciegos…corazones rotos…despedidas sin adiós.
Pasadizos solitarios…frías paredes…balcones sin vientos.

Dolor que se incrusta en mis entrañas,
De amores desaparecidos y sueños esparcidos,
Lugares que nunca vi en mis sueños,
Algunos de los cuales compartí contigo.

Anuncios de dolor hoy llegan a la hora del café,
Espacios perdidos que llegan sin sus recuerdos,
Tristes madrugadas de noches frías,
Anuncios de dolor y mi cama sigue vacía.

Amores ciegos los que sentí por ti,
Corazones rotos que dejaste colgando en mi pecho,
Despedidas sin adiós que me hicieron ver
Tu verdadero rostro…

No me aguantes el dolor le digo al tiempo,
Déjalo que venga de una vez y por todos,
A ver que tanto duele, que hace tiempo que no siento.

No existía un espacio que no tuviera su presencia,
No había un momento que no llegara su perfume,
No había un recuerdo que no tuviera su nombre,
Y aun así por momentos desaparecía de ante mí.

No tenía sentido el día sin sus palabras,
Y mis pasos no eran mis pasos sin sus andadas,
Porque ella solía recorrer los espacios
Solitarios que encontraba en mi cuerpo,

Sin poner medidas dibuja sus caricias
Sobre ese espacio color canela de mi naturaleza.
Solía dejar sus ojos de luna en menguante posición,
Mientras su piel destilaba sudor salado…y caliente

Sus gemidos se repetían en mi mente,
como eco que rompe el silencio y retorna vacio.
Y cada segundo que pasaba escuchaba…una y otra vez
El susurro de su voz…llamando mi nombre a baja voz

Me descubría los ojos y tocaba mis labios
Su boca se perdía en la mía en un vaivén de besos
El silencio desparecía y se detenía el tiempo…
Y nueva vez dejaba llover su cuerpo sobre mí

Como torrente de agua que descendía del cielo
Mi boca abierta escalaba las montanas de sus pechos…
Perdiéndome en el horizonte de su estrella,
Mientras la noche daba a luz una madrugada bella…

Por eso aún conservo este pañuelo,
Con el cual solía amararse el pelo,
El cual conserva su perfume y mi consuelo,
Espero llegue el olvido esto al cielo le pido.