Ya no me duele, tu ausencia
El silencio me trajo compañera,
A veces dulce y a veces amarga,
Pero siempre esta…siempre.
Yo no duele la distancia…
Ni espacio infinito de tu cuerpo,
Ni tu ausencia en el café,
Ya no duele…ya no me duele.
Ya no me duele, tu ausencia
El silencio me trajo compañera,
A veces dulce y a veces amarga,
Pero siempre esta…siempre.
Yo no duele la distancia…
Ni espacio infinito de tu cuerpo,
Ni tu ausencia en el café,
Ya no duele…ya no me duele.
He dejado de un lado el silencio,
La espera que diluye el tiempo,
Esa inverosímil esperanza,
Que desaparece con el amanecer.
He vuelve a mis raíces,
Al espacio que dormía mis sueños,
A la estancia que guardaba,
Cada espera…cada espacio.
He regresado a mi nacimiento,
A llanto insonoro de mis ojos,
Al mojado espacio de mis lágrimas,
A la estela de tiempo…que es mi ayer.
He dejado a un lado el silencio,
La alegría de una tristeza…que llora
Y decidí regresar a mi estanque de dolor,
A esto que se llama diario vivir.
Había guardado un espacio,
donde pudiera guardar tus besos,
donde sembrara tus caricias,
Había dejado un recuerdo en blanco,
para escribir tú pasado…y el mió
y traerlo en tiempos de soledad,
Había dejado al corazón sentado,
esperando por tu cariño,
esperando por tu amor.
Más hoy desperté pensando en ti,
te senti decorar mis labios con tus besos,
y tu piel durmiendo en mi piel…
y mis dedos acariciando tu pelo.
Más hoy desperté pensando en ti,
te vi colgando unas caricias en mi cuerpo,
y mi piel destilaba el sudor de tus poros,
Mis labios escalaban las montanas de tu pecho,
llevando el peso que pedía tu boca.
escribiendo mis versos en tu piel.
Hoy me desperté pensando en ti,
con un simple te quiero a flor de piel,
con la sonrisa del viento…trayéndome tu fragancia
Hoy quiero que sepas que te extraño…
La recuerdo libre,
con la dulzura colgando,
de su mirada,
La recuerdo joven,
con la inquietud de la edad,
cuando jugamos a la adolescencia,
la recuerdo tímida,
con la mirada oculta,
al momento de robarle un beso
La recuerdo como ayer,
con su piel desnuda…
caminando los senderos de mi cuerpo.
La recuerdo a diario,
por que cada día que pasa…
la saco de un recuerdo.
Nunca se puede cambiar lo que eres, pero si mejorarlo. Hay sufrimientos Inevitables, como lo son la muerte, la vejes y las enfermedades. los mismos son parte de un proceso. El primero al a un encuentro…quizas con dios; el Segundo a la madurez y la sabiduria, al entendimiento. El Tercero nos enseña apreciar mas lo que somos y lo que tenemos. estos fueron impuestos por Dios como castigo a los pecados. Pero los demas son puestos por nosotros y si queremos podemos evitarlos. incluyendo las enfermedades, pero Dios sabe cual es la capacidad de nuestro corazon y nunca nas dara una carga que no podamos soportar…