Devocionales

Amor Clandestino

Quisiera no pensar
y solo actuar,
Romper la rutina
y brindar mil canciones al aire.

Quisiera despertar
y estar vestido con el color de tu piel,
Con tu pelo rondando en la esquina de mi hombro
y tus besos colgando de mis labios.

Quisiera no pensar
Y desenredar lo que siento dentro.
Quisiera no pensar…
Y saber que tú vendrás a nuestro encuentro…

Saber que esto no es solo un cuento,
que mis deseos inventaron,
Que no fue inverosímil,
Porque no imagine que estarías a mi lado.

Quisiera no pensar,
Y buscar tu mirada entre la gente,
Y sentir que llegas de repente,
Buscando mis labios y mis besos.

Saber que nuestro amor es más que esto,
Más que un encuentro clandestino,
Que nada de esto es culpa nuestra,
Que solo seguimos el destino.

Aunque no es la actitud correcta,
Quiero que sepas, que nada quiero pensar,
Que solo deseo verte llegar,
para ir abrir mi puerta…

Devocionales

Hablando con el Alma

Hace tiempo no escribía, las verdades de mi Corazón las había ocultado. Les busque un refugio aun cuando ellas no lo habían pedido. Hoy sin más que decirme me hablaron desde fondo de mi alma. Y con voz dulce me acariciaban el pensamiento.
¿Es que acaso hemos fallecido ante los ojos de tu corazón? Pregunto sutilmente la sublimidad. De mi parte me he mantenido intacta sin hacer mayor alusión que la que pongo en tus palabras y en tus acciones. Según me lo indica tu propio corazón.
–Continúo diciéndome. —
Mientras miraba el espejo me detuve en la mirada, eran los mismos ojos, pero había algo ausente, no hablaban de la misma forma. Y solo me pregunte ¿Dónde habrían estado mirando, en que sea habían fijado? ¿Qué se les llevo el brillo que antes tenían? La escuche una mirada ausente, describir su presencia. Escuche a mi propio ser contar la historia con sus propias expresiones. Y no creí nada de lo que me decía.
Me hablaba de lugares y momentos, de estancias y de tiempo. De guerras espirituales, de herencias ancestrales. De momentos de la historia que yo no recuerdo haber vivido. Me hablaba de Jesús, me hablaba de un amigo.
Cuanto me duele no poder hablar con mi alma, como me lo había enseñado el tiempo y el corazón. Cuando duele que perdamos nuestro primer amor.
Escondido en algún lugar había dejado, las palabras que había aprendido a expresar. En algún lugar había dejado los sentimientos tirados sin mirar atrás. Cuanto duele no darse cuenta que caminamos en un error. Que la vida no es vida, si en ella no sientes amor. Que las paredes del tiempo, van colgando sobre ellas cada recuerdo aun cuando sean dolorosos e insoportables.
Siempre busque una excusa “el tiempo nunca me da tiempo, para sacar tiempo y dedicar unos minutos a decir lo que siento” Me perdió de vez en cuando, buscando algún verso, que le de vida a un poema. Y así poder contar alguna historia. Mas en estos días, no aparecía la lluvia, no llegaba el sentido a su clímax para dar a luz las palabras que me lleven a componer una historia.
Hoy sin embargo suena la lluvia y sus hilos besan los cristales de mi ventana. Haciendo un ritual constante, de llegar y hacer llorar a mi ventana. Los veo llegar apurados a deslizarse y morir sonriendo justo al borde de la madera.
Hoy después de todo me llegan muchos recuerdos. De momentos y felices y espacios que ya no son mi espacio. De lugares que ya no he de visitar, de andadas que ya no podre dar. De cosas que ya no podre hacer, de gente que ya deje de ver y no se volveré a estar juntos ellos. La dulzura es agria porque muchos de estos momentos son felices y tristes.
Sembré muchos de ellos en tierra fértil y Dios los hará crecer. Y si tengo la oportunidad podre cosechar.

Devocionales

En cada Despertar

Oh padre amado, dentro de mi existen muchas cosas que a veces no sé como contarlas. Las verdades del corazón tú las conoces mejor que yo. Por ti fui creado y puesto en este lugar. Por mi desobediencia me llegan dolores, y por mi falta de comunicación contigo me pierdo hasta en los lugares donde alumbra luz del día.
Escases de sabiduría tengo padre amado. A causa de mi falta de temor hacia ti Padre Santo. Momentos de dulcera he perdido por no buscar de tu palabra. Aumenta en mí la necesidad de ti Padre amado para que mis oídos nunca dejen de escuchar tu voz. Para que tu silencio tenga esa elocuencia que lo caracteriza como luz de vida, como espacio de sol.
Oh padre ante ti me estoy postrado y mi alma te desea con fiel anhelo. Tú eres el pan de vida y la salvación de mi alma. Tú eres la vida eterna, y el silencio que me guía. Tú eres mi espacio y mi quimera.
Quisiera padre que guíes mis pasos por el camino que escogiste para mí. Multiplica mis deseos de tenerte cerca. Y nunca permitas que me aleje de tu reino. No soy nadie para merecer tu amistad y tu lealtad; mas aun tu me la das sin preguntas y sin condiciones. Permite, oh señor, que mi mente siempre tenga un pensamiento en tu nombre. Porque si por ti es que vivo. para ti quiero vivir y servirte donde tú quieras padre amado.
Solo soy un espacio de tiempo, que se define con los años que pasan. Mi soledad trae muchas veces la tristeza que agobia mi alma y me aleja de tu propósito. No soy más que un pecador que busca tu perdón. Que busca la forma de verte a diario y de entablar conversaciones que duren el día completo. Solo soy un hijo que busca consejo de su padre, que busca cobijo, que busca cobertura, que busca permiso para entrar en su obra y permanecer en su regazo.
Alimenta mi vida, como alimentas las hierbas con atenuante roció. Dame de tomar como lo hace con las aves del cielo. Dame una cobija bajo tu expenso campamento. Dame de comer de tu mano, dame de ese fruto santo. Dame tu sabiduría y enséname a como discernir para saber escoger entre lo bueno y lo mano y poder actuar con justicia. Déjame entrar en tu espacio y dame de tu manantial de agua de vida.
Señor, Padre Omnipotente mírame con tus ojos de misericordia. Tócame con tus manos de perdón. Lléname con tu enorme sabiduría y con el espacio de tu voz dale sentido a cada uno de mis sentidos.
No soy digno de que vengas a mi casa, no soy digno de tu presencia y de tu amor hacia mí. No soy digno de tu lealtad y tu amistad, de tus consejos y de tu guía. No soy nadie y nada tengo señor, porque tú me hiciste hombre y sacaste estirpe de tu seno, para crearme con madurez, mansedumbre y humildad. Y aun así padre amado olvido por quien existo. Dame tu perdón aunque no lo merezco. Y deja que tu espíritu caiga sobre mí cada día, cada hora y a cada momento. Porque quiere siempre estar en tu presencia.
En tus manos están mi vida, mis sueños, mis planes, mi familia y todo cuando me has dado tu padre. Tu proteges mi alrededor y mi interior. Solo tengo mi vida para entregarte y aun así pienso dos veces para hacerlo. Y por esto te pido perdón y te pido que me fortalezcas cada día Padre amado. Para estar más cerca de ti y poder merecer ser parte de coro que te alabe.
Dame de tu espacio, dame de tu luz. Déjame entrar solamente en los lugares que estés tu. Que no se aleje mi alma de tu mandamiento. Que no se duerma mi mente ante tu palabra. Que no se muera mi fiebre por conocerte cada día más. Que seas tú guía y timón, brújula de mi navío y faro para mi embarcación. Que seas puerto y morada. Que seas mi noche y mi caminar. Que solo permitas que piense, y lo que tú quieres que yo piense antes de yo pensar.

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Nuestra Pelea

“Hoy, el conflicto es espiritual y la Guerra se desarrolla en nuestro Corazón: el núcleo de nuestro ser como centro de intelecto, emoción y voluntad. El enemigo quiere capturar nuestro afecto, dirigir nuestros planes. Busca destruirnos a nosotros y nuestras familias. Y si perdemos la guerra, no solo perderemos terreno estratégico, si no que ayudaremos al enemigo“ Bill Perkins
Se nos está vendiendo la idea de que no existe una verdad absoluta, y mucha gente en el mundo la está comprando. El enemigo tiene un bombardeo constante de una propagando que nos llama ser pasivo y nos está llenando de un individualismo que no tiene comparación. La vida nos está transcurriendo y vemos como en el mundo crece la insensibilidad, la amargura, la maldad y la moral desaparece del medio que nos desenvolvemos. Y de los medios de comunicación masivos.
Pedro nos dice que tengamos cuidado (1 Pedro 5:8). Y en 2 Corintios 11:12-15. Se nos habla de cómo actuaran y actúan estas criaturas del mal. Esta propaganda no es nueva nuestro Dios nos da un aviso en estos versículos de segunda de corintios. Los enemigos entraran en nuestro medio ambiente y trataran de contaminar ese medio ambiente que fue creado, para nosotros con el sacrificio de Jesús en la Cruz. De tal forma que mediante al sentido de culpa que pongan en nuestro corazón, empiecen a controlar lo que pensamos y luego como actuamos. Para que así podamos ignorar la batalla que se está librando ante nosotros. Nos hacen perder de vista el camino, que es tan nuestro y que tanto costo: El Camino de la Salvación.
Nuestro llamado a ser verdaderos guerreros de la Luz, no ha sido un llamado simple y para que no actuemos pasivamente. Ha sido un llamado para romper rocas y sembrar semilla de vida donde no había vida. Ha sido un llamado de lucha interna. Para que podamos confeccionar nuestros pensamientos de la forma que Dios nos envió a confeccionarlos y usarlos(Filipenses 4:8). Esto es lo que nuestro padre quiere que pensemos y nos dice porque debemos de pensar en esto. (Filipenses 4:9) Porque el así fue que nos enseño.
Dios implanto en nosotros un sentido de victoria. Una sed para la competencia y no de deportes, si no una sed que nos lleva a terreno de batalla donde se juegan nuestras vidas, la eternidad que se nos prometió, y nuestra Fe en Dios. Esto es lo que está en juego. y se tienen que transformar nuestros instintos de guerra y defensa. Ya no somos esos tigres con garras, ni mucho menos leones que defienden su territorio y sus críos. Nos hemos estado convirtiendo en animales de circo, para el entretenimiento de los demonios que nos azotan con sus látigos.
Nuestras batallas y nuestra guerra tenemos que pelearla como iglesia. Así como David gano muchas batallas para Jehová, Dios. David no lo hizo solo. (2 Daniel 23:8) nosotros somos ese ejército que comprendió lo que estaba en juego y dio el todo por el todo hasta que vieron desaparecidos a los filisteos.
La vida cristiana además de ser una vida de alanzas, de oraciones y de comunión con Dios. Es también por orden de nuestro creador y de nuestro salvador, una vida que debe de enfrentar la realidad de nuestro pacto. Nuestro padre nos dio las armas para luchar. Nos dio armadura para protegernos. Y nos dio lo más preciado para nuestra salvación. La sangre de su único hijo.
A este acto le debemos honra, honor, gracia, y gloria. Es algo que nos debe mantener siempre alerta y dispuesta a echar la palea. Porque nuestro deber ser permanente. Y debemos recordar que lo que nos dijo el apóstol Pablo en (2 corintios 4:7-12) en esto es que tenemos que tener nuestro pensamiento, y saber que Dios nunca nos abandona y siempre estará a nuestro lado sin importar cual sea nuestro estado o condición. Por eso debemos de luchar y pelear.

Devocionales

Oración y Obediencia


«Señor, entiendo que tú no estás limitado a mis horarios, ni a mis estructuras. Perdona mi osadía de creer que puedo definir la forma y el momento en que tú intervendrás en mi vida. Quiero transitar por la vida con el corazón siempre atento a tu mover. Te manifiesto mi disposición a ser sorprendido, aun cuando tu mover me pueda desorientar. La verdad es que no quiero perderme nada porque entiendo que mi llamado siempre es a unirme a lo que tú ya estás haciendo». Christopher Shaw

No nos deja de sorprender la forma en que las cosas de Dios nos llegan. Pero hagamos una parada y veamos por un momento nuestro caminar. Reflexionemos sobre nuestra propia manera de manejarnos en la vida.
La realidad es una. La forma en que Dios muchas veces se trata de comunicar con nosotros pasa de manera desapercibida; por una simple razón, no estamos en conexión con Dios como debiéramos estar. Perdemos de vista nuestro compromiso y decimos caminar la vida de una forma común. Aun cuando ya no lo somos, somos portadores del espíritu de Dios y eso no eso nos hace especial y nos transforma.
Esta transformación debe ser permanente. La presencia de Dios sobre nosotros no está limitada a los domingos o cualquier otra actividad de la Iglesia. Es una relación, es una comunión, es un ir y un venir, un llegada sin partida, una estancia permanente en su amor. El cual nos llega por medio del hijo. Romanos 5:8-9 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Mediante la oración le pedimos al Señor que nos llene de él. Que ande con nosotros y su espíritu nos proteja siempre. La regeneración del hombre viene de la voluntad de Dios. De esa generosidad del Altísimo para con nosotros. La cual se produce mediante el primer fruto del arrepentimiento. El perdón. Este produce Paz para con Dios, con los hombres y con nosotros mismos. Pero pongamos paz desde un punto de vista bíblico. Filipenses 4:7 “Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Vivir en paz con Dios y con los hombres y con nosotros mismos, es una forma de vida. Donde debemos de vivir la intensidad de una relación con Dios a cada momento. Su paz sobrepasa todo entendimiento.
Dios nos ha dado las herramientas para que nos comuniquemos con el directamente. ¿Por qué no hacerlo? Mediante a la oración, podemos sentir su espíritu, su presencia y podemos escuchar su mensaje si estamos atentos a escuchar su voz hablando a nuestros corazones. Aun cuando su mensaje nos desoriente por momentos.
Nuestro Dios es tan maravilloso, que presta atención a nuestras oraciones individualmente. Nos deja saber que escucha, y que no nos va a dejar solos por fuerte que sean las pruebas. Dejemos que el poder de la oración haga su trabajo. Meditar en soledad y hablar con él, en momentos donde la injusticia de este mundo se hace presente. Nos reafirma que su justicia es la única que importa. Su misericordia reconforta al afligido, levanta el corazón, lava los sentimientos y limpio los pensamientos.
Nuestro Dios es puro y grande, amable y fuerte, sutil y certero. Un Dios que conforta y reprende, organiza y limpia. Un Dios que ama, que escucha y actúa. Un Dios todopoderoso, para el cual nada es imposible. En mismo que le dio un hijo a Elisabeth y a Zacarías. El mismo que saco a Israel de Egipto, El mismo que dio su único hijo para salvar al mundo. Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo. Para cual es todo la gloria por lo siglos de siglos.
Este mismo Dios es el mismo que a diario nos trata de mostrar el camino que debemos caminar. Que solo pide que lleguemos a él humildes de corazón. Y mientras más cerca estemos de él, comprenderemos mejor su manera de trabajar. Es por esta razón que la oración debería ser un vehículo a través del cual lleguemos a nuestro Dios. Y le hablemos de nuestros problemas y nuestras faltas como seres humanos. Que somos personas llenas de él, pero con muchos defectos. Nuestro caminar debería ser, el de un sembrador. Que camine la tierra sembrando la semilla de nuestro padre. La misma que ya está floreciendo y dando frutos en nosotros.
Que nuestros sacrificios no se detengan en la puerta de nuestra iglesia. Que nuestro andar inspire confianza y amor. Y que podamos transmitir esa Paz que nos llega con el perdón de nuestros pecados; el momento que decimos aceptar a Cristo Jesús como nuestro único salvador. Que nuestras Oraciones sean nuestro vehículo para hablar con Dios, y que siempre lo usemos. Si Dios nos habla es porque de antemano sabe que tenemos las condiciones para obedecerle. Muchas veces el conocimiento en la palabra no tiene que ser tan profundo. Lucas 2:12 “Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.”
El mensaje a los pastores fue sencillo, eran personas ordinarias, sin conocimiento de la palabra de Dios. Pero ellos fueron obedientes. Lucas 2:15 “Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.” Sin preguntas y sin duda alguna, ellos llegaron hasta Belén y vieron lo que se les había anunciado y más aun dieron testimonio de esto. Su vida cambio, no eran los mismos pasaron a ser llevadores del mensaje de Dios. Misioneros…que después de haber oído y visto las cosas de Dios. Lo alabaron y glorificaron. Lucas 2:20 “Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.”

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Con la Fe puesta en Dios

Caminar en sentido contrario a la Fe, es caminar con miedo y con temores. Solo el temor a Dios es permitido. Y este a su vez nos mantiene presente que el temor al padre solo sirve para que el Padre nos instruya y nos guie.
Se nos insta amar a Dios sobre todas las cosas, y yo pregunto ¿En realidad lo hacemos? Y si lo hacemos ¿Cuáles son nuestras precondiciones? ¿Cómo amar a algo que no podemos ver? Muchos se preguntan, La Respuesta es: Fe
Seguir el camino hacia Dios, puede resultar contraproducente en cuanto lo que estamos acostumbrados. Dejar de hacer las cosas que estamos acostumbrados resulta muchas veces una ardua labor de voluntad propia. La realidad de caminar con Dios y permanecer en EL. Muchas veces tiende a que nos desanimemos; y terminamos por decidir por nosotros mismos que no conviene seguir a Jesús. Porque los deseos sobre las cosas terrenales y materiales se sobreponen ante la razón y la convicción de quien es Dios en nuestras vidas. La consecuencia de esto es la segunda muerte. Nuestro espacio está asegurado solo tenemos que trabajar para mantenerlo. Esto significa aceptar a Jesús como único salvador.
Los acontecimientos más estremecedores de nuestras vidas pueden ocurrir bajo un marco de sencillez y privación. Lo importante no es el lugar ni lo acogedor que sea, la verdad es que cuando es el momento de recibir a Jesús como nuestro único salvador, la multitud no cuenta y mucho menos el lugar en que lo hagamos. Lo más importante de ese momento es que declaramos con nuestra boca que él es nuestro salvador, y lo creemos en nuestro corazón.
Existen muchos versículos en la Biblia que nos hablan de la salvación y sobre Jesús. y sus sacrificios y sus miles de milagros. Romanos 4:5, Efesios 2:8-9, Juan 3:18 busque estos tres versículos los mismos le ayudaran a determinar los requisitos para una vida eterna, al lado de nuestro salvador, redentor, abogado, al lado del único que puede interceder por nosotros con el padre. Mateo 11:27.
Cada uno tiene la capacidad de creer. Se nos entrega una medida hasta cuanto podemos creer. Pero la diferencia entre la Fe natural y la Fe que nos viene del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo es otra Fe. Creer en algo no palpable, no visible ante nuestros ojos humanos, esto resulta contraproducente y va muchas veces en contradicción a lo que estamos acostumbrados a creer. Pero cuando la Fe con la que creemos es la Fe que viene del Dios, esa Fe se hace palpable y puede tocar. Por esa Fe, camino Pedro sobre las aguas. Por esta Fe fue que el padre del niño que tenía el demonio dentro, “Clamo y Dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.” Marcos 9:24
Los textos de la biblia nos llevan en un barco con un solo rumbo: la Salvación. Las vicisitudes que vivimos en este navío, nos hacen más fuertes y más resistentes según vamos entrando mar adentro. La confianza en este Dios que nos visita a cada momento es un recordatorio de que no estamos solos. Tenemos que creer en El y solo en El. Aunque nuestra Fe sea del tamaño de una semilla de mostaza, solo tenemos que depositar en Dios esa Fe, sin importar en tamaño que tenga. Porque si lo creemos en nuestro corazón podemos mover montañas. (Marcos 11:23)
Nuestra Fe debe permanecer firme, y sin dudas. Entre los cimientos de nuestro templo, del templo de Dios en cada uno de nosotros: El Corazón. Hay que confiar en su palabra y dejar que el sea el capitán de este barco en el cual navegamos. No importan tormentas, no importan neblinas, con su palabra, con su poder, con su majestad El todo lo puede. Para El no hay nada imposible. Solo tenemos que tener Fe. Y el día del reposo El va estar con nosotros…