Devocionales

Amo este silencio y su elocuencia. Amo este espacio que es solo mio. Amo mi estancia y su inverosímil estado de ser. Amo lo ufano de este momento. La arrogancia de mi poesía, lo intimo de este momento. Amo este espacio que solo es mio…y que permito que leas. Amo este espacio que me brinda libertad, que alumbra mis pensamientos y describe mi mundo por dentro. Amo esta estancia, amo este momento, amo todo cuanto tengo, amo lo que soy y lo que siento, lo que Dios ha hecho conmigo. Lo que comparto contigo. Te brindo lo que soy, Poeta y sonador. Amante de las letras y seguidor de un único Dios. Te doy lo tengo, tiempo, espacio y sonrisa. Mi estancia, mi voz, mi risa…mi poesía y mis mejores y peores días. Te doy lo que soy…pero no espero que me sigas.

Ningún camino es fácil de seguir el tuyo esta creado descubrelo,camina despacio y disfruta la vista que la vida te da. Disfrutas las cosas pequeñas y saborea los momentos amargos. Los momentos dulces cuando lleguen tendrán mejor sabor.  Disfruta tu estancia, ese espacio de tiempo que te han regalado. Da lo mejor de ti aun cuando los momentos no sean los mejores. Sueña y descansa tu realidad a sus pies y te son convenientes Dios Te permitirá vivirlas,  no desmalles y camina con tu frente en alto rumbo a lo que tanto anhelaste. Descubre tu camino ya esta construido. De nada vale pena llorar ahora que te sientes caído. Levantate y inicia con un paso y descubrete grita al viento y escoge la libertad que te brinda este tiempo.  La salida y puesta de sol y es solo una ilusión de movimiento, el sol no se mueve nosotros al contrario estamos en constante movimiento.  Levantate y camina de frente con la sonrisa del tiempo que te queda y no con lo que sobra.  En los momentos amargas es fácil autocompadecerse. Es fácil llorar y perder de vista el camino. Es fácil detenerse y no mirar hacia arriba. Es fácil caer y quedarse derribado. Es fácil esconderse y no querer ver el sol.  La tranquilad desaparece. Y todo esfuerzo de iniciar de nuevo lo desvaneces con pobres excusas y dejas una estancia preñada de malos momentos para que te dibujen la tristeza con diferentes caras.  Te hundes en un mar de dolor y no resistes la luz de sol.  Es fácil sumirse en una melancolía continua.  Pero la esperanza no muere es nuestro ave fénix. Y nos renueva y nos saca de los momentos mas oscuros y brinda nueva luz.  Nueva vida, nuevo espacio para disfrutar esos momentos sin dejar que se adueñen de lo que somos y nos hagan trizas el corazón. 

Escribir se ha convertido en algo natural, expresar lo que siento se ha convertido en una verdadera Aventura. Ya mis poemas no son míos, y mi esquina azul dejo de ser un lugar privado. Ya las mañanas tienen un aroma diferente, quizás porque aun conservo tu fragancia en mis recuerdos, quizás porque los momentos más felices fueron a tu lado. Quizás porque en esos días el sol venia con la brisa y sus besos no quemaban, quizás porque dejaste un recuerdo que despierta en las mañanas con el roció y se acuesta a mi lado justo al morir el crepúsculo. Quizás porque sueno con estas letras que me despiertan, que tienen su propio idioma y me han ensenado como hablar con ellas. Quizás porque el tiempo es su tiempo y el mio no les importa, no tienen limites, ni espacios, ni miradas pero saben sentir las nuestras, me hablan, me dicen, me cuentan sus historias, que mucho se parecen a las mías. La verdad de lo que soy, esta entre estas líneas que cada día cobran vida. Rompen la rutina y describen un sentimiento que pensé no tenia. Que muchas veces no se como expresarlo, pero esta vez, en vez de intentarlo simplemente lo deje caer sobre el papel. Los momentos de musas duran mas, las letras caen con más rapidez, y todo cuando sueño lo palpo en mis poemas, la poesía me da esa libertad. Los espacios se hacen cada vez más grandes y la creatividad cada vez mas especifica. Cada vez más meticulosa, cada vez más curiosa, cada vez más atrevida. Sus palabras resuenan en mi mente, y llueven de mis manos. Y cada vez mas me convierto en sonador, cada vez más me descubro bajo la lluvia, me descubro acostado mirando la noche, me descubro contando las estrellas. Me descubro sonando lo prohibido, las cosas que soñé hacer…y muchas de ellas eran contigo. Hoy me llega un olor conocido, dulce, sutil, que me hace recordar y respirar profundo para inhalar todo lo que trae consigo. Me recuerda unos besos, una mirada, una sonrisa. Me recuerda una piel, un cuerpo, un espacio donde sembré mis caricias, me recuerda unos gemidos, una luna menguante en sus ojos. Me recuerda un momento, unos latidos…rápidos, profundos, una respiración acelerada. Y luego el silencio, la mirada perdida, lentos movimientos… Describir tus ojos es parte de lo anhelo a diario, para descubrirme en tu mirada. He dejado una poesía escrita con mi fragancia, escalando las paredes de tu vientre, buscando la sima de las montanas que adornan tu pecho, para sembrar en tus labios ese beso tan deseado. Esto me lo permite mi poesía, me da la libertad de caminar tu cuerpo y dejar plantado unos besos para que acaricien tus labios cuando menos lo estés esperando.