La poesía suele romper el silencio del alma, habla desde lo más profundo y sin avisarle a la razón. Denota la actitud del individuo y enfrenta la verdad de una forma sencilla y diferente. Abarca un espacio que no tiene límites y limita el espacio donde se mueve la simulación, allí no tiene lugar la mentira. Actúa en base al sentimiento genuino del hombre. Muchos preguntan ¿De dónde nace esta capacidad del hombre? ¿Acaso es parte de la esperanza que aún vive en nosotros a pesar de la maldad del mundo? ¿O es un espacio oculto reservado para Dios y sus más puros deseos?
Hablo de un lugar profundo, que enloquece a la razón, que nunca pierde el sentido de cuál es su dirección. Que muchas veces es verso, y otras veces canción. En otras se convierte en pétalos de rosas, y en otras veces románticos claveles. Que sabe colgar mi musa en los cordeles. Que muchas veces te enseña quien en realidad eres y otras veces actúa como si no sabe quien eres…hablo de un espacio que no tiene lugar ni momento, que sueña como canto de alegría, y otras veces con un lamento. Que llora por la ausencia de una lágrima. Y sonríe cuando todos esperan la tristeza entre por su puerta. Te habla de mi poesía, te habla de mis sorpresas.
La poesía es luz, espacio, umbral, cima, calma, atenuante estancia de palabras que deslinda la pureza y dibuja el horizonte de la verdad. Poesía es piel, cama, apertura de tiempo para dar un beso. Es sonrisa, carcajada, ausencia, dolor…tristeza, hermosa soledad, no la que llega sola, pero si la que escoge mi descanso. Poesía es remanso, lugar incognito para la mentira. Sutil beso de luna que me despierta cada amanecer…poesía es tiempo, espacio, lugar, estancia donde se definen mis sentimientos, que nació en el inicio de los tiempos. Donde se define la luna y donde los momentos.